Viajar sola

Viajar sola es una experiencia única, que te obliga a salir de tu zona de confort, enfrentar lo desconocido, y dejar salir tu guerrera interna. Viajar sola es de esas experiencias que todas las mujeres deberían vivir al menos una vez en la vida, porque enfrentar tus miedos te transforma en valiente, te empodera, y te hace descubrir tus superpoderes.

En mi caso particular desde que tengo memoria amo viajar, y lo he hecho utilizando distintos medios de transporte. Incluso durante muchos años trabaje en una aerolínea, lo que me dio la posibilidad de conocer lugares remotos en los distintos continentes.

Pero viajar sola, en camioneta es una experiencia totalmente distinta. Te da la posibilidad de descubrir desde dentro cada lugar, experimentar sus costumbres, hacer amigos locales, y aprender de ellos su manera de vivir y ver el mundo. Eso es lo que amo de la “Vanlife”, y es por eso que desde el año 2013 vivo viajando sola por el mundo.

Viajo sin tiempo y sin destino concreto, porque “sólo se trata de vivir”… escuchando a mi corazón y fluyendo con lo que la vida ponga en mi camino.

Soy una convencida de que llegué a este mundo para vivir un sinfín de experiencias, conocer lugares, conectar con personas, recibir de ellas sus enseñanzas y dejar lo mejor de mi a cada paso.

Pero lo más importante, sé que llegué a este mundo para descubrirme, para conectar con mi verdadero yo y dejar que mi ser interno despliegue sus alas, porque en él radica mi mayor tesoro.

En ese proceso de autoconocimiento (no siempre sencillo) avanzo en mi camino, despojándome de a poco de los personajes que fue adquiriendo mi EGO a lo largo de mi historia y con los que se identifica, y así dejando espacio para que mi ser florezca.Este estilo de vida que elegí potencia ese proceso. Vivir viajando sola hace que a diario salga de mi zona de confort, esa que tanto me costaba abandonar cuando tenía una vida convencional.

Vivir viajando sola me enfrenta a mis mayores miedos, desafía mis límites y pone a prueba mi capacidad para resolver los problemas inesperados que aparecen.

Vivir viajando sola, me hace la capitana de mi destino, única responsable de cada decisión que tomo, y de cada camino que decido transitar.

Viajar sola me transformó en alguien flexible, capaz de adaptarse a las distintas circunstancias, en alguien resiliente, capaz de aprender de cada caída, pero sobre todo en alguien que confía en si misma.

Porque cuando miro hacia atrás y veo todo el camino recorrido, los aprendizajes obtenidos y los obstáculos superados, no me cabe duda de que no existen los límites para aquel ser humano que se conoce, que sabe lo que quiere, y avanza comprometido condigo mismo hacia ese destino que desea conquistar.,

Te tengo una buena noticia! Tu sueño es posible y la vida que llevo hace 11 años es un testimonio de eso.

Sólo necesitas tomar la decisión y comenzar a dar los pasos para alcanzarlo.

Yo seré tu guía en el proceso. Juntas desarrollaremos un plan de acción para llevarte del lugar en el que estás ahora, al que deseas estar.

Si querés saber más hace click en el siguiente enlace:

 

¡Viaja conmigo!

Sumate a esta aventura y acompañame a través de las redes sociales: