Desde la costa del Pacífico manejé hacia la capital de Ecuador, subiendo lentamente por una ruta serpenteante que trepaba poco a poco las montañas. A medida que avanzaba, la altura comenzaba a sentirse, y el pequeño motor de la Charrúa pedía descanso. Muchísima vegetación, curvas pronunciadas, y de repente ríos y cascadas que me sorprendían […]
